Club faroni



1 - Taller de escritura
2 - Plácido, una pélícula de Luis García Berlanga
3 - Lectura de poesía

Taller de escritura

Los cadaveres esquisitos

El cadáver esquisito es un juego en el cual cada persona redacta su parte de la historia en una hoja de papel, doblándola para que el siguiente ve sólo la última frase.

En el taller de escritura del 13 de noviembre de 2009 nacierón los cadaveres siguientes:

Primer cadáver esquisito

- Yo soy Dios ¿No me habías conocido?
- Llevo aquí esperándoos desde yo no sé cuanto tiempo.¡Qué Rollo!
- ¡No me encuentro muy bien!
- A lo mejor me habrá sentido mal algo.
- Me temo que cante el gallo sin follar.
- No importa eso ¡ despertamos!
Así todos salierón de la cama enorme.
Con una también enorme sensación de satisfacción.
Encendiendo un cigarillo, descubrió que aquella era su mejor primera vez.

Segundo cadáver esquisito

A cette minute je perçus un bruit de sonnettes.
Noël arrive avec ses chaussons, ses blancs ciels de neige.
- Ah! J'en ai marre! Je pars pour la Martinique.
- C'est une excellente idée! Je pars avec toi!
- En revanche, tu sais que si tu m'accompagnes, ce sera définitif!
- Entonces me quedo ¡ tranquila! No te echo de menos.
- Menos mal, porque no quiero verte.
Al escuchar sus palabras, sintió que algo en su interior se estaba derrumbando.
Sonrió y siguió caminando. Tenía cosas más importantes en las que pensar.

Tercero cadáver esquisito

Fábregas advirtió que no estaba en su habitación.
Pero no todos recibierón esta información.
La falta de comunicación con aquellos creó un abismo que cambíara las cosas para todos.
Aunque incomunicados se sentían más unidos.
Y es que no existe distancia entre dos almas gemelas.
- No, para eso son los teléfonos moviles.
- Toda la gente no tiene teléfonos moviles.
- ¡Basta ya! Aunque no tenga teléfono, tiene patitas para acercarse a mi casa y decírmelo en persona.
- Pero ¿No lo sabes? La cucaracha ya no puede caminar.

Quarto cadáver esquisito

Luis pensó que nunca había visto una tela como aquella.
Se imaginaba una criatura con las manos delicadas trabajando con sus hilos.
Y no podía evitar pensar en su abuela.
- ¿Está mejor? tenía entendido que te había desheredado.
- ¡Qué va! Si está hecho un harpo. Anda por mi mendigando.
- ¡Lo siento! No tengo mucho dinero.
- ¡Pensé pedirle a Jerónimo, pero me ha dicho que se ha quedado sin ningún duro!
- ¿ Ni un cuarto? ¡Pero qué le he robado?
Y con la desgracia del destin, su pregunta nunca encontró la repuesta que tanto anhelaba.

Quinto cadáver esquisito

- Il faut vous fuir, mademoiselle, je le sens bien.
- Yo no soy lo suficiente hombre para usted.
- Quizás con dinero, joyas y poder... esturviera preparado para hablar.
- Sí, tal vez, pero ahora no tengo un duro y no quiero arriesgarme.
- ¡Tambien!No tengo dinero.
- ¡Pídele a Jerónimo, él sí que está forrado! ¡Lo que pasa es que es super tacaño!
- Por supuesto, ha hecho su abrigo con el conejo de la chistera.
- ¡Con el conejo de la chistera! ¡Debe ser muy pequeño!

Sexto cadáver esquisito

Al despertar vió a un hombre joven.
- Su café es frio. La luz no funciona.
Todo se está derrumbando poquito a poco, al empezar por el techo.
- ¿Por qué este gilipollas ha encendido la mecha de la bomba?
- ¡Ahora vamos todos a estallar!
Se escuchó un terrible ruido.
Se despertó sobresaltado y fue a prepararse un vaso de leche.
Y no habia leche ni tan siquiera un poco de café o un misero vaso de agua para despertar su organismo.
Era una lastimosa mosca hambrienta que ya solo esperaba el final.

Septimo cadáver esquisito

- ¿Cree usted en el diablo? Le oigo preguntar.
-¿Por qué debería yo creer en una criatura tan espantosa?
Esta criatura que estoy mirando en mi espejo afeitándome.
¡No puede ser yo! Y enseguida se arrepentiró de haber dejado escapar las palabras.
Era una persona muy impulsiva, estaba acostumbrado al arrepentimiento.
Pero era diferente... Se sentía vacío, como si aquello no le hubiera afectado en absoluto; se sentía diferente.
Como un paquete de magdalenas caducado olvidado al fondo de un estante.
¿Mucho hambre?

Octavo cadáver esquisito

El hombre ha cambiado de postura...
Tenía medio : el sol se comía las mariposas, el hombre despiegló sus alas.
Y se lanzó de la cima del árbol.
Al abrir los ojos despuès de la caída,
Pensó en el ridículo que acababa de hacer.
Y le gustó; pensó incluso en dédicar toda su vida a aquello.
Sería muy agradable y, hasta si se pensaba, lucrativo.
¿Agradable y lucrativo son adjetivos para una persona?
¡No! ¡Claro que no! ¡Sin embargo, lo son para tu asiociación!

Volver arriba

Plácido

1962: Nominada al Oscar a la mejor película extranjera. Selección Oficial Festival de Cannes / Comedia

SINOPSIS:

     En una pequeña ciudad de provincias, unas señoras se inventan la campaña navideña "cene con un pobre", para que los más necesitados disfruten por una noche del calor y el afecto que no tienen, sentados a la mesa de las familias pudientes. En medio de los preparativos se encuentra Plácido, que es contratado para participar con su motocarro en la cabalgata, pero hay un pequeño detalle que le impide dedicarse únicamente a su tarea: ese mismo día de Nochebuena le vence la primera letra del motocarro, su único medio de vida.

     En la terlulia sobre esta pélícula, destacamos el pessimismo de Berlanga. La pélícula empieza con una llamada a la caridad, al amor a los demás, pero es para satirizar el hipócrita eslogan de la época, "Ponga un pobre en su mesa" y para desarrollar una mordaz crítica a los procederes burgueses y a la burocrática.
Empieza con altavoces pidiendo la caridad y se termina al cantar un villancico (la letra fue cambiada):

Por que en esta tierra,
ya no hay caridad,
Y nunca hará
.

Volver arriba

Lectura de poesía

El martes 27 de abril en la salle polyvalente de la Maison de l'Étudiant de la Universidad Lyon 2 Campus de Bron, Ebrique Cabezón, Carmen Beltrán y Mireia Alonzo Ribeiro nos leyeron algunos poemas suyos.

Foto de izquierda : Carmen Beltrán

Foto de derecha: Enrique Cabezón

Pulsar en las fotos para abrir otra ventana y verlas en tamaño superior.
Foto de izquierda : Mireia Alonzo Ribeiro

Foto de derecha: Carmen Beltrán y Enrique Cabezón

Pulsar en las fotos para abrir otra ventana y verlas en tamaño superior.
Foto de izquierda : Mireia Alonzo Ribeiro

Foto de derecha: Carmen Beltrán y Enrique Cabezón

Pulsar en las fotos para abrir otra ventana y verlas en tamaño superior.


POSDATA

a pesar de todo
a veces somos capaces de mirarnos
sin reproches, sin dudas
y nos perdonamos
(apreciamos incluso)
la evidente distancia que existe
entre las verdades
que cada uno de nosotros
sostiene
entonces
la amistad, el amor, la risa
todo eso también es cierto

Carmen Beltrán

La cama es un desierto blanco y siento
que en ella he de morir de fiebre extraña,
el cuarto, immensidad de espacio, el techo
un universo que se cae a trozos.
Crecen los muebles, se hace absurdo el
suelo
y la moqueta roja en que te quise,
la cocina es inútil cuando estoy aquí sola,
parece que asegura la casa que te has
muerto.

Mireia Alonso Ribeiro

Automne

el sol
no será más el beso en mi rostro
ni la caricia al protegido
de las promesas de primavera
no será
la quemazón
y ceguera de su luz
del perlado verano
porque yo habito el otoño
la estación de los suelos que crujen
el tiempo
de los insectos que duermen
al son
y al lado
de la muerte

Enrique Cabezón

Volver arriba