¿Quien es faroni?
En la novela de Luis Landero Juegos de la edad tardía, Gregorio Olías es un oficinista que
ha olvidado todos los anhelos de su juventud.
Es el empleado triste y pusilánime de una mediocre empresa familiar de vinos y aceitunas.
Tiene un trabajo aburrido y un matrimonio monótono agriado por las quejas de su suegra que vive con ellos: su mujer,
Angelina,
"había prolongado la soltería en el matrimonio, y se había hecho fuerte, casi
inexpugnable, en el reducto de su solitaria doncellez"
(1) y su suegra lo considera como un hombre sin
carácter, opinión que parece ser compartida por Angelina:
"Mi madre dice, y con razón,
que eres una caña hueca".
(2)
Su rutinaria labor se interrumpe cuando, a los seis años de despachar correspondencia comercial
sin ver nunca a ningún otro empleado, recibe una llamada telefónica de un representante que está casi llorando por estar lejos de
la ciudad, del progreso, de la ciencia, del arte, de las grandes ideas... A partir de este momento, vuelven los antiguos sueños,
los deseos de ser poeta, todas las aspiraciones nunca realizadas y Olías, Alias Faroni, construye una existencia de ficción en
la cual quedará definitivamente preso.
Gregorio Olías ya no es Gregorio Olías, sino Augusto Faroni: ingeniero, poeta, intelectual al
frente de tertulias y, sobre todo, un héroe que encarna el buen papel de adversario del gobierno, perseguido por la policía, obligado
a esconderse tras un humilde empleo. Las mentiras de Olías, alias Faroni, son acogidas con admiración y fe ciega por el representante,
desesperado también por creer en una vida mejor.
No solamente Faroni sino también otros personajes de la novela se mueven entre los dos extremos:
el ansia y el afán por una vida mejor, y la desilusión que conlleva la existencia cotidiana.
- Algunos aceptan esta finitud y "la carga que le ha asignado el
destino". (3) y son felices de manera casi existencialista Don Isaías recuerda que Sísifo "hubiera hablado de su
piedra con un poco de orgullo") (4) como consigue hacerlo Angelina: "a fuerza de ser ella misma y de vivir sin sobresaltos, había adquirido
el hábito de un encanto impreciso". (5)
- Otros huyen con la fantasía para escapar de sus frustraciones y limitaciones imaginando que son alguien diferente que puede
desarrollarse en diferentes áreas. Aquí está el caso de Olías en su búsqueda cervantina.
Hay muchas otras claves de lectura y Don Isaías nos da algunas en el capítulo XXIV. Gregorio Olías dice de él que es
"¡El Diablo!".
(6) y que había tentado al tío de Gregorio dándole afán.
Estamos evidentemente ante una obra ambigua, abierta, como explica Umberto Eco:
“l´œuvre d´art est un message fondamentalement ambigu, une pluralité de signifiés qui coexistent en un seul signifiant”
(7)
La ambigüedad se destaca ya desde el título, "JUEGOS de la edad tardía" y a partir de la segunda frase:
"había pasado una noche confusa y hacía el amanecer creyó soñar que un mensajero con antorcha se asomaba a la puerta para anunciarle que el día
de la desgracia había llegado... Miró en el cuarto en penumbra y de inmediato, derrotado por la ilusión de estar soñando la vigilia, volvió a
cerrar los ojos...enseguida adivinó que progresando en el absurdo acabaría encontrando en él las leyes lógicas que lo emparentaban con la realidad.
Así que reunió valor para decir -Estoy perdido- y añadió: -Perdido en la selva amazónica con una caja de zapatos y una navaja múltiple-, y otra vez
comprendió que estaba levantando un parapeto de urgencia que lo defendiese.... dijo en alto: -Penibán-, y quedó alerta, escuchando los efectos de
tan formidable declaración".
( 8)
Para Umberto Eco esta tendencia del arte hacia lo ambiguo y a lo indeterminado refleja, por un lado, una condición de crisis
de nuestro tiempo y, por lo rápido que la ciencia transforma nuestro mundo, la posibilidad y la necesidad de renovar continuamente
nuestros esquemas de vida.
¿Otra manera de entender la obra? Ya que son JUEGOS de cualquier edad, ¡juguemos!
Notas
(1) - Juegos de la edad tardía - Luis Landero- MAXI TUSQUETS editors - 2005 - p. 111
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(2) - Ibidem p.323
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(3) - ibidem p.47
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(4) - ibidem p.47
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(5) - ibidem p.111
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(6) - ibidem p.411
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(7) - L'oeuvre ouverte - Umberto Eco - Seuil collection Points (1965) p.9
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(8) - Juegos de la edad tardía - Luis Landero- MAXI TUSQUETS editors - 2005 - p. 31
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